Desnudo me hallo,
desnudo estoy de Dios
y de los hombres.
Ante este sol de invierno,
que calienta mas no quema,
hendida está en mi corazón silente,
la soledad inabarcable de tus brazos.
¿Qué rostro me deparará la noche?-
¿Cúal será el perfil cansado de mi aliento?.
Tiemblo , Señor natural de los árboles y el viento.
Señor natural de los labios amados.
Temo no ser tan fuerte
como el Ser permanente de todas las cosas
que han sido y seguirán siendo.
Arrebata de mí la sobriedad del miedo.
Hazme ronzal de la noche,
cáñamo del aire.
Derrama sobre mi, la serena ingnominia
del olvido.
Hazte sagrado discurrir por mis arterias.
Para no ser, ni ansiar el seguir siendo.
Tan sólo formar serena urdimbre a la tierra
con mis huesos.
Ser piel de la negra colina
animal del lodo.
Luz de las horas malvas....
(Juanma Miranda)
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